ASIRIOS-BABILÓNICOS Y CALDEOS
No cabe duda que Babilonia fue la cuna de la astrología. Asirios-babilónicos ubicados en la antigua Mesopotamia cuyo nombre significa en griego la tierra entre dos ríos: el Tigris y el Éufrates, (hoy en día Mesopotamia corresponde a los territorios de Irak, norte de Syria, parte de Irán y sureste de Turquía). Los documentos más antiguos llegados hasta nosotros, datan de unas 4000 tablas con inscripciones astrológicas, con caracteres cuneiformes en escritura asiria o babilónica, y formaban parte de la biblioteca del rey asirio Asurbanipal (668-626 a.de C.),

Los astrólogos babilónicos atribuyeron caracteres específicos a una serie de planetas en base a determinados aspectos de los mismos. Venus, por ejemplo, la estrella más luminosa y clara, fue asociada al principio de la fecundidad. Marte, con su resplandeciente halo rojizo, a los cambios violentos y a las guerras.
Babilonia fue derrumbada por los ataques hititas hacia el 1650 a.C.
En el segundo milenio a.C. los Caldeos se establecieron al sur de Mesopotamia, fundiéndose poco a poco con el estado babilónico, y gracias a los sacerdotes Caldeos la astrología experimentó un notable impulso. Los nuevos conocimientos astrológicos heredados de los babilónicos se enriquecieron con nuevos conocimientos geométricos y astronómicos que aportaron los sacerdotes Caldeos.

Beroso, sacerdote de Marduk en Babilonia, fundó una escuela de Medicina y Astrología, en la isla griega de Coz.
Los Caldeos realizaron estudios muy particulares y precisos sobre los movimientos de los siete cuerpos celestes conocidos hasta entonces (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) y sobre sus eclipses. El Zodíaco fue dividido desde entonces, en doce partes iguales de treinta grados cada uno, y desde entonces se conservan los mismos nombres de las constelaciones que conocemos hoy en día. Los horóscopos compilados por los sacerdotes Caldeos se referían únicamente al futuro del estado y al del rey.

Los Caldeos tenían una comunicación mágica, fluida con el cielo. Su sistema incluía toda una serie de técnicas para saber y conseguir convocar las fuerzas astrales, pedían a los dioses, tenían fe, su intuición estaba muy desarrollada, construían con el pensamiento y la imaginación.
GRECIA Y LA ASTROLOGÍA
Tras el ocaso de la civilización babilónica, las concepciones cosmológicas de los sacerdotes caldeos se propagaron tanto en Oriente como en Occidente. La astrología penetró en la India al mismo tiempo que las doctrinas de Buda (560-480 a.de C.). En el siglo IV a.C. fue difundida en Grecia, la cuna de los filósofos quienes transformaron profundamente el pensamiento occidental, en esa época fue muy estrecha la relación entre la filosofía y la astrología.

En el siglo II a.C. la astrología encontró en Hiparco, de Nicea, matemático y astrólogo de gran reconocimiento, a uno de sus mejores intérpretes. Descubrió el fenómeno de la precesión de los equinoccios y estudió los movimientos aparentes del Sol y la Luna, determinando la duración de las estaciones.

Desarrolló también la teoría, según la cual cada fenómeno está relacionado con un determinado suceso celeste, y que el cuerpo humano reproduce en sí mismo el mecanismo del cosmos. Hiparco estableció correlaciones muy precisas entre los signos zodiacales, y las diferentes partes del cuerpo humano. La astrología fue asumiendo cada vez mas carácter de ciencia y como tal será adoptada sucesivamente por otros pueblos, como los árabes, que pocos siglos después se convertirían en los astrólogos por excelencia.
EL EGIPTO ANTIGUO Y LA ASTROLOGÍA
Los sacerdotes egipcios integraron en sus conocimientos astrológicos los provenientes de la antigua Babilonia y llevaron a cabo una de las más importantes obras que nos han quedado, consistente en dos textos escritos en griego. La obra que se remonta al 150 a.C. la cual es un compendio de toda la ciencia astrológica hasta entonces conocida, babilónica, caldea, egipcia y con elementos de la griega. La gran evolución en los conocimientos astronómicos y matemáticos, realizados en la escuela de Alejandría en los siglos sucesivos, llevará a la astrología a la categoría de ciencia, haciendo posible la elaboración de la gran obra de Claudio PTolomeo: Tetrabiblos, en el siglo II d.de C.

Con Claudio Ptolomeo, astrónomo, astrólogo, matemático y geógrafo, que vivía en Alejandría (Egipto) en el siglo II d.C., la astrología se enriqueció con una obra cuya interpretación del cosmos y de los cuerpos celestes fue realizada de forma rigurosamente científica. En el Tetrabiblos o Quadripartitum, dividido en cuatro libros, están codificadas todas las elaboraciones culturales astrológicas preexistentes, desde la babilónica a la griega, con especial hincapié en las doctrinas de Hiparco, por el que Ptolomeo sentía una gran admiración. El Tetrabiblos puede ser definido por derecho propio como el primer tratado científico de astrología publicado en Occidente. El aspecto más relevante de esta obra fue donde por primera vez se produjo la escisión entre la astronomía y la astrología. Ptolomeo atribuyó a las estrellas fijas, la facultad de influir decisivamente sobre el destino humano. Estableció el sistema de las regencias planetarias y dedicó una parte notable de su obra al horóscopo individual, sugiriendo varias técnicas de interpretación, técnicas que desde los neoplatónicos en adelante ya no se abandonarán.

ROMA Y LA ASTROLOGÍA
La astrología proveniente de Oriente penetró en Roma con las victorias de las guerras púnicas (264-146 a.de C.), los astrólogos caldeos adquirieron gran fama entre las masas y círculos más cultos de la República, y formaron parte oficialmente del séquito de los emperadores. Las diversas escuelas filosóficas también adoptaron a la astrología.
La escuela filosófica neoplatónica en el imperio romano, que se proponía a renovar las concepciones del platonismo, a través de Plotino (205-270 d.de C.), atribuyó al hombre una cualidad moral que le permite plasmar su propia vida, apoyándose en la interpretación del lenguaje de los astros, signos reveladores de la sabiduría divina.

LOS ARABES Y LA ASTROLOGIA
Con la caída del imperio romano en Occidente, la cultura y vida intelectual de la civilización greco-romana experimentó un dramático retroceso; no escapándose de ello la astrología. Pero, entre los siglos VII y IX, los árabes contribuyeron esencialmente al desarrollo de esta ciencia, y tradujeron del griego y del persa todos los libros científicos llegados hasta ellos.

La fundación del Califato Abasí en el S.VIII, los eruditos islámicos recibieron la astrología con mucho entusiasmo. El segundo Califa Abasí (754-775) fundó la ciudad de Bagdad, y en su diseño incluyó una biblioteca y escuela de traducción conocida como Bayt al-Hikma “casa de la sabiduría”, que impulsó a las traducciones en árabe de textos astrológicos helenísticos, y cuyos textos influyeron poderosamente en los astrólogos europeos posteriores. El conocimiento de los textos árabes comenzó a exportarse a Europa durante las traducciones latinas del s.XII, a consecuencia de las cuales sentaron los precedentes de lo que sería el Renacimiento.
Entre los astrólogos árabes más importantes, uno de los más influyentes fueAlbumasar, cuya obra Introductorium in Astronomiam, se convirtió mas tarde en un popular tratado de la Europa Medieval, otro de ellos fue el matemático, astrónomo, astrólogo y geógrafo persa AL-Juarismi. Los árabes sumaron muchos conocimientos a este campo, muchos nombres de las estrellas conocidos actualmente como Aldebaran, Altair, Betelgeuse, Rigel y Vega retienen el legado de su lenguaje. También desarrollaron, lo que hoy en astrología llamamos, “partes arábigas”.

Gracias a los árabes, la astrología volverá a Occidente convirtiéndose una vez más en objeto de estudio. Se crearon cátedras universitarias en las universidades de Italia, Alemania e Inglaterra, donde se enseñaba la astrología a la par que la astronomía.
EL MEDIOEVO, EL RENACIMIENTO Y LA ASTROLOGÍA
Mientras que en Oriente, la astrología floreció tras el desmembramiento del imperio romano, con influencias de la India, Persia y el mundo islámico; en el mismo período la astrología occidental se había fragmentado debido a la pérdida de la astronomía científica griega, y a que estaba condenada por la Iglesia. Las traducciones de las obras árabes al latín comenzaron a llegar a España a finales del s.X, hasta el s.XII, la transmisión de obras astrológicas de Arabia a Europa, adquirió gran ímpetu. La importancia pública de la astrología creció a la par de los desórdenes internos de la iglesia y la declinación del poder imperial y papal.

Los trabajos más influyentes en astrología del s.XII incluyen, los del monje británico Johannes de Sacrobosco (1195-1256 aprox.); el celebrado poema didáctico “Imago Mundi”, escrito por Gautier de Metz en 1245, tiene un capítulo completo sobre astrología; Pierre d’Ailly, el notorio teólogo y astrónomo francés, también escribió varios tratados de astrología. El famoso astrólogo italiano Guido Bonatti, escribió el texto astrológico Liber Astronomiae, en torno al 1277, obtuvo fama de ser la obra astrológica escrita en latín, más importante del siglo XII. Dante Alighieri inmortalizó a Bonatti en la Divina Comedia (principios del s.XIV), al colocarle en el octavo círculo del infierno, lugar al que iban a parar los que adivinaban el futuro, y donde se les mantenía con la cabeza vuelta al revés. Hacia final del s.XII los florentinos emplearon a Guido Bonatti como su astrólogo oficial. Catalina de Medici hizo popular a la astrología en Francia, erigió un observatorio astrológico para ella, cerca de Paris, y el astrólogo de la Corte fue el famoso médico Michel de Notredame o Nostradamus, como los conocemos, quien publicó en 1555 su trabajo principal en astrología. Por esos tiempos, el más célebre astrólogo inglés William Lilly de Diseworth, publicó “la Astrología Cristiana”.
O sea, que emperadores y papas se volvieron devotos a la astrología, como los emperadores Carlos IV y V, y los papas Sixto IV, Julio II, León X y Pablo III.
En el s.XIII la astrología formaba parte de las prácticas médicas habituales en Europa. Los médicos combinaban la medicina galénica del filósofo griego Galeno (129-216 d.C.), con el estudio de las estrellas. Para finales del s.XVI, a los médicos se les exigía por ley, calcular la posición de la Luna antes de realizar cualquier cirugía o sangría.

El progreso victorioso del sistema de Copérnico no pudo opacar a la astrología. Muchos astrónomos a los que hoy se elogian por subvertir el antiguo orden astrológico como Tycho Brahe, Galileo Galilei y Johannes Kepler, eran astrólogos practicantes. Tycho Brahe, hizo cálculos para el emperador Rodolfo II, y el mismo Kepler, el más distinguido de los astrónomos de la época, fue astrólogo de la corte imperial.
El último astrólogo de importancia en el continente europeo, para esa época, fue Jean Baptiste Morin de Villefranche, francés, quien escribió la “Astrología Gallica”, 12 tomos escritos en latín y publicado en la Haya en 1661.

Los escritores medievales utilizaban el simbolismo astrológico en la literatura. Por ejemplo, la Divina Comedia muestra variadas referencias a las asociaciones planetarias cuando describe la arquitectura del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso (como los siete pisos de la montaña del Purgatorio donde se expían los siete pecados capitales que se corresponden con los siete planetas clásicos de la astrología).
En las obras de Geoffrey Chaucer se observan también alegorías astrológicas y motivos planetarios similares. Los pasajes astrológicos de Chaucer son particularmente frecuentes, y basándose en sus obras se le presuponen conocimientos astrológicos, pues sabía lo suficiente de la astrología de su época como para escribir el Tratado del astrolabio para su hijo. Ubica el comienzo de la primavera en los Cuentos de Canterbury en los versos iniciales del prólogo, señalando que el Sol «ha recorrido la mitad de su camino en el signo de Aries». En La comadre de Bath, se refiere a la «dureza robusta» como atributo de Marte, y asocia a Mercurio con los «tenderos». A principios de la Edad Moderna, también se encuentran referencias astrológicas en las obras de William Shakespeare y John Milton.
Uno de los primeros astrólogos ingleses que dejó detalles de sus prácticas fue Richard Trewythian (1393). Su cuaderno demuestra que su rango de clientes era muy amplio, de todas las clases sociales, e indica que las relaciones con la astrología en la Inglaterra del siglo XV no estaban limitadas a los que provenían de círculos cultos, teológicos o políticos.

En cualquier caso, la astrología disfrutó de una enorme fama y difusión parte en la Edad Media y en el Renacimiento, a pesar de las condenas de la iglesia católica, hasta el punto de que no había Rey o gobernante que no tuviese astrólogos en su corte.
SIGLO XVII HASTA NUESTROS DIAS Y LA ASTROLOGÍA
En 1665, Jean Baptiste Colbert, fundador de la Academia de Ciencias de Francia, prohibió la enseñanza y práctica de la astrología a los astrónomos. A partir de este momento, los iluministas se empeñaron, con la ayuda de las teorías de Bacon, Descartes, Hobbes, Spinoza, Leibniz, Newton, en relegar la astrología a elementos de «cultura popular».

Habrá que esperar hasta finales del siglo XIX, para que la astrología vuelva a ser objeto de interés y estudio. El surgimiento del pensamiento romántico confiere a la astrología un fecundo impulso a partir de los últimos decenios del s. XVIII. Johann Wolfgang Goethe (1740-1832) introdujo la astrología entre las ciencias humanas, y Friedrich Wilhelm Schelling (1775-1854) revaluó en su obra filosófica la herencia astrológica del pasado, sosteniendo el principio de la «unidad de todos los opuestos» y de la armonía imperante en el mundo de las fuerzas heterogéneas.
Al iniciar la época moderna se asistirá a un notable salto cualitativo en el ámbito de los estudios astrológicos, gracias a la ayuda facilitada por las nuevas ciencias: el psicoanálisis, la antropología, la astrofísica y la biología.
Cada vez más, comenzó a verse estudios serios acerca de la astrología, muchas universidades abriendo carreras en ésta área y existen inimaginables defensas de trabajos de doctorados justificando y defendiendo a la astrología como ciencia natural o como pensamiento filosófico.

Actualmente, existe un sin número de escuelas de astrología por todo el mundo, en las redes sociales existe una cantidad grande de astrólogos enseñando, difundiendo y dando a conocer la astrología. En la era actual, la de Acuario, porque la Astrología es una ciencia asociada a Acuario, la misma, en muy corto tiempo se expandirá, y volverá a ocupar la misma importancia del antiguo Egipto, el de los Faraones, de cuando Hermes Trismegisto, en el de los tiempo de los babilónicos, sacerdotes caldeos, magos persas, los sabios árabes, la época helenística, y la Grecia de los filósofos.
Para terminar la historia de la Astrología quiero contarles una Historia, Historia que recibí de mi maestro el astrólogo español, Tito Macía, unos de los mejores astrólogos con que contamos hoy en día, y quien ha dedicado más de 50 años al estudio de esta ciencia. Y aunque para otros la astrología es mística, oculta, esotérica y espiritual, esperaremos poco tiempo para comprenderla mejor a medida de que la física cuántica vaya adquiriendo mas desarrollo.

LAS ELECCIONES DE JEAN-BAPTISTA MORIN DE VILLEFRANCHE
Morín nace en Villefranche en Francia en 1.583 al 1.656, médico, matemático, astrónomo y astrólogo, y al que se merece estudiar su biografía, y que la mayoría de los estudiantes de astrología deberían ya conocer, pero hoy nos ocuparemos de uno de sus escritos acerca de un viaje que hizo con el duque de Chavigny, relato que aparecen en sus libros.

Macia comenta en sus clases…..hay que ser un hábil astrólogo para las elecciones, en uno de los ejemplos prácticos sobre la astrología eleccional, relacionado con los viajes largos, Morín demuestra su buen hacer, y nos relata de manera precisa todo el proceso de una elección de este tipo. En el tiempo de esta elección, Morín trabajaba para el Conde de Chavygny, segundo Ministro de Francia, quien quiso emprender un viaje al condado de Antíbes, en los Alpes Marítimos en la Costa Azul francesa.

Para indagar sobre el momento adecuado para realizar este largo viaje, Morín analiza la situación, utilizando los siguientes pasos:
- El tema natal del Conde, el estado general del cielo en el momento sobre el tema natal del Conde y sobre el propio tema natal de Morín.
- La revolución Solar del Conde para el año del viaje,
- Las direcciones dentro de la revolución solar.
- La revolución Lunar del momento,
- Y, solo en quinto lugar, levanta el tema de la elección
Dice, entonces Morín,….como la salida debía ser durante el día, no quise que el Sol estuviera en casa I, para evitar que Saturno y Marte cayeran en Casa XII y Casa I. Esto hubiera aportado enfermedades al ilustre Señor (Conde) e infortunios a sus servidores y a sus caballos. No quise tampoco que los maléficos Saturno y Marte quedaran en casa X, IX ni VIII, pues hubieran sido funestas para las acciones y las dignidades de los viajeros y del Señor, entonces, decidí, colocar al Sol, Saturno, Venus y Martes en la casa XI. Allí estaba Marte fuerte y oriental dominando el Stelium del Sol. Afortuné el horóscopo para la salud y el Medio Cielo para que tuviera éxito en sus empresas.

Continúa… Morín….Empleé a Júpiter exaltado y regente del tema radical sobre el horóscopo de la elección en trígono con el Medio Cielo que domina. También emplacé al Medio Cielo en sextil con Venus planeta que rige al Sol y a Saturno y su conjunción. Coloqué también para el éxito del viaje, a la Luna en la casa IX, donde se encuentra igual que el tema radical, y debajo del lugar radical de Venus….prosigue Morín…Ni un hombre, ni un caballo enfermaron en el curso de todo el viaje, y se trata de una época en la que en esos lugares, numerosos hombres y bestias mueren a causa del calor y la sequedad. Donde las ciudades ricas en agua veían venir a las gentes de muchas millas, con carretas y carros a buscar agua para los hombres y los animales domésticos.
Por último, Morín cuenta…. en Paris, fue un asombro general, que a lo largo de tres meses de viaje, ningún hombre ni ninguna bestia sufrieron daño.

En nuestros próximos capítulos hablaremos del Destino desde el punto de vista mitológico, lo que significaba el Destino para los griegos, a través de las Moiras, Parcas, las tres hilanderas y la Carta Natal; así como temas que nos podrán ayudar a avanzar en nuestra propia evolución.