HISTORIA DE LA ASTROLOGÍA

ASIRIOS-BABILÓNICOS Y CALDEOS

No cabe duda que Babilonia fue la cuna de la astrología. Asirios-babilónicos ubicados en la antigua Mesopotamia cuyo nombre significa en griego la tierra entre dos ríos: el Tigris y el Éufrates, (hoy en día Mesopotamia corresponde a los territorios de Irak, norte de Syria, parte de Irán y sureste de Turquía). Los documentos más antiguos llegados hasta nosotros, datan de unas 4000 tablas con inscripciones astrológicas, con caracteres cuneiformes en escritura asiria o babilónica, y formaban parte de la biblioteca del rey asirio Asurbanipal (668-626 a.de C.), 

Los astrólogos babilónicos atribuyeron caracteres específicos a una serie de planetas en base a determinados aspectos de los mismos. Venus, por ejemplo, la estrella más luminosa y clara, fue asociada al principio de la fecundidad. Marte, con su resplandeciente halo rojizo, a los cambios violentos y a las guerras. 

Babilonia fue derrumbada por los ataques hititas hacia el 1650 a.C. 

En el segundo milenio a.C. los Caldeos se establecieron al sur de Mesopotamia, fundiéndose poco a poco con el estado babilónico, y gracias a los sacerdotes Caldeos la astrología experimentó un notable impulso. Los nuevos conocimientos astrológicos heredados de los babilónicos se enriquecieron con nuevos conocimientos geométricos y astronómicos que aportaron los sacerdotes Caldeos.

Beroso, sacerdote de Marduk en Babilonia, fundó una escuela de Medicina y Astrología, en la isla griega de Coz. 

Los Caldeos realizaron estudios muy particulares y precisos sobre los movimientos de los siete cuerpos celestes conocidos hasta entonces (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) y sobre sus eclipses. El Zodíaco fue dividido desde entonces, en doce partes iguales de treinta grados cada uno, y desde entonces se conservan los mismos nombres de las constelaciones que conocemos hoy en día. Los horóscopos compilados por los sacerdotes Caldeos se referían únicamente al futuro del estado y al del rey. 

Los Caldeos tenían una comunicación mágica, fluida con el cielo. Su sistema incluía toda una serie de técnicas para saber y conseguir convocar las fuerzas astrales, pedían a los dioses, tenían fe, su intuición estaba muy desarrollada, construían con el pensamiento y la imaginación.

GRECIA Y LA ASTROLOGÍA

Tras el ocaso de la civilización babilónica, las concepciones cosmológicas de los sacerdotes caldeos se propagaron tanto en Oriente como en Occidente. La astrología penetró en la India al mismo tiempo que las doctrinas de Buda (560-480 a.de C.). En el siglo IV a.C. fue difundida en Grecia, la cuna de los filósofos quienes transformaron profundamente el pensamiento occidental, en esa época fue muy estrecha la relación entre la filosofía y la astrología. 

En el siglo II a.C. la astrología encontró en Hiparco, de Nicea, matemático y astrólogo de gran reconocimiento, a uno de sus mejores intérpretes. Descubrió el fenómeno de la precesión de los equinoccios y estudió los movimientos aparentes del Sol y la Luna, determinando la duración de las estaciones. 

Desarrolló también la teoría, según la cual cada fenómeno está relacionado con un determinado suceso celeste, y que el cuerpo humano reproduce en sí mismo el mecanismo del cosmos. Hiparco estableció correlaciones muy precisas entre los signos zodiacales, y las diferentes partes del cuerpo humano. La astrología fue asumiendo cada vez mas carácter de ciencia y como tal será adoptada sucesivamente por otros pueblos, como los árabes, que pocos siglos después se convertirían en los astrólogos por excelencia.

EL EGIPTO ANTIGUO Y LA ASTROLOGÍA

Los sacerdotes egipcios integraron en sus conocimientos astrológicos los provenientes de la antigua Babilonia y llevaron a cabo una de las más importantes obras que nos han quedado, consistente en dos textos escritos en griego. La obra que se remonta al 150 a.C. la cual es un compendio de toda la ciencia astrológica hasta entonces conocida, babilónica, caldea, egipcia y con elementos de la griega. La gran evolución en los conocimientos astronómicos y matemáticos, realizados en la escuela de Alejandría en los siglos sucesivos, llevará a la astrología a la categoría de ciencia, haciendo posible la elaboración de la gran obra de Claudio PTolomeo: Tetrabiblos, en el siglo II d.de C.

Con Claudio Ptolomeo, astrónomo, astrólogo, matemático y geógrafo, que vivía en Alejandría (Egipto) en el siglo II d.C., la astrología se enriqueció con una obra cuya interpretación del cosmos y de los cuerpos celestes fue realizada de forma rigurosamente científica. En el Tetrabiblos o Quadripartitum, dividido en cuatro libros, están codificadas todas las elaboraciones culturales astrológicas preexistentes, desde la babilónica a la griega, con especial hincapié en las doctrinas de Hiparco, por el que Ptolomeo sentía una gran admiración. El Tetrabiblos puede ser definido por derecho propio como el primer tratado científico de astrología publicado en Occidente. El aspecto más relevante de esta obra fue donde por primera vez se produjo la escisión entre la astronomía y la astrología. Ptolomeo atribuyó a las estrellas fijas, la facultad de influir decisivamente sobre el destino humano. Estableció el sistema de las regencias planetarias y dedicó una parte notable de su obra al horóscopo individual, sugiriendo varias técnicas de interpretación, técnicas que desde los neoplatónicos en adelante ya no se abandonarán. 

ROMA Y LA ASTROLOGÍA

La astrología proveniente de Oriente penetró en Roma con las victorias de las guerras púnicas (264-146 a.de C.), los astrólogos caldeos adquirieron gran fama entre las masas y círculos más cultos de la  República, y formaron parte oficialmente del séquito de los emperadores. Las diversas escuelas filosóficas también adoptaron a la astrología.
La escuela filosófica neoplatónica en el imperio romano, que se proponía a renovar las concepciones del platonismo, a través de Plotino (205-270 d.de C.), atribuyó al hombre una cualidad moral que le permite plasmar su propia vida, apoyándose en la interpretación del lenguaje de los astros, signos reveladores de la sabiduría divina.

LOS ARABES Y LA ASTROLOGIA

Con la caída del imperio romano en Occidente, la cultura y vida intelectual de la civilización greco-romana experimentó un dramático retroceso; no escapándose de ello la astrología. Pero, entre los siglos VII y IX, los árabes contribuyeron esencialmente al desarrollo de esta ciencia, y tradujeron del griego y del persa todos los libros científicos llegados hasta ellos.

La fundación del Califato Abasí en el S.VIII, los eruditos islámicos recibieron la astrología con mucho entusiasmo. El segundo Califa Abasí (754-775) fundó la ciudad de Bagdad, y en su diseño incluyó una biblioteca y escuela de traducción conocida como Bayt al-Hikma “casa de la sabiduría”, que  impulsó a las traducciones en árabe de textos astrológicos helenísticos, y cuyos textos influyeron poderosamente en los astrólogos europeos posteriores. El conocimiento de los textos árabes comenzó a exportarse a Europa durante las traducciones latinas del s.XII, a consecuencia de las cuales sentaron los precedentes de lo que sería el Renacimiento.

Entre los astrólogos árabes más importantes, uno de los más influyentes fueAlbumasar, cuya obra Introductorium in Astronomiam, se convirtió mas tarde en un popular tratado de la Europa Medieval, otro de ellos fue el matemático, astrónomo, astrólogo y geógrafo persa AL-Juarismi. Los árabes sumaron muchos conocimientos a este campo, muchos nombres de las estrellas conocidos actualmente como Aldebaran, Altair, Betelgeuse, Rigel y Vega retienen el legado de su lenguaje. También desarrollaron, lo que hoy en astrología llamamos, “partes arábigas”.

Gracias a los árabes, la astrología volverá a Occidente convirtiéndose una vez más en objeto de estudio. Se crearon cátedras universitarias en las universidades de Italia, Alemania e Inglaterra, donde se enseñaba la astrología a la par que la astronomía.

EL MEDIOEVO, EL RENACIMIENTO Y LA ASTROLOGÍA

Mientras que en Oriente, la astrología floreció tras el desmembramiento del imperio romano, con influencias de la India, Persia y el mundo islámico; en el mismo período la astrología occidental se había fragmentado debido a la pérdida de la astronomía científica griega, y  a que estaba condenada por la Iglesia. Las traducciones de las obras árabes al latín comenzaron a llegar a España a finales del s.X, hasta el s.XII, la transmisión de obras astrológicas de Arabia a Europa, adquirió gran ímpetu. La importancia pública de la astrología creció a la par de los desórdenes internos de la iglesia y la declinación del poder imperial y papal.

Los trabajos más influyentes en astrología del s.XII incluyen, los del monje británico Johannes de Sacrobosco (1195-1256 aprox.); el celebrado poema didáctico “Imago Mundi”, escrito por Gautier de Metz en 1245, tiene un capítulo completo sobre astrología;  Pierre d’Ailly, el notorio teólogo y astrónomo francés, también escribió varios tratados de astrología. El famoso astrólogo italiano Guido Bonatti, escribió el texto astrológico Liber Astronomiae, en torno al 1277, obtuvo fama de ser la obra astrológica escrita en latín, más importante del siglo XII. Dante Alighieri inmortalizó a Bonatti en la Divina Comedia (principios del s.XIV), al colocarle en el octavo círculo del infierno, lugar al que iban a parar los que adivinaban el futuro, y donde se les mantenía con la cabeza vuelta al revés. Hacia final del s.XII los florentinos emplearon a Guido Bonatti como su astrólogo oficial. Catalina de Medici hizo popular a la astrología en Francia, erigió un observatorio astrológico para ella, cerca de Paris, y el astrólogo de la Corte fue el famoso médico Michel de Notredame o Nostradamus, como los conocemos, quien publicó en 1555 su trabajo principal en astrología. Por esos tiempos, el más célebre astrólogo inglés William Lilly de Diseworth, publicó “la Astrología Cristiana”.

O sea, que emperadores y papas se volvieron devotos a la astrología, como los emperadores Carlos IV y V, y los papas Sixto IV, Julio II, León X y Pablo III.

En el s.XIII la astrología formaba parte de las prácticas médicas habituales en Europa. Los médicos combinaban la medicina galénica del filósofo griego Galeno (129-216 d.C.), con el estudio de las estrellas. Para finales del s.XVI, a los médicos se les exigía por ley, calcular la posición de la Luna antes de realizar cualquier cirugía o sangría.

El progreso victorioso del sistema de Copérnico no pudo opacar a la astrología. Muchos astrónomos a los que hoy se elogian por subvertir el antiguo orden astrológico como Tycho Brahe, Galileo Galilei y Johannes Kepler, eran astrólogos practicantes. Tycho Brahe, hizo cálculos para el emperador Rodolfo II, y el mismo Kepler, el más distinguido de los astrónomos de la época, fue astrólogo de la corte imperial.

El último astrólogo de importancia en el continente europeo, para esa época, fue Jean Baptiste Morin de Villefranche, francés, quien escribió la “Astrología Gallica”, 12 tomos escritos en latín y publicado en la Haya en 1661.

Los escritores medievales utilizaban el simbolismo astrológico en la literatura. Por ejemplo, la Divina Comedia muestra variadas referencias a las asociaciones planetarias cuando describe la arquitectura del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso (como los siete pisos de la montaña del Purgatorio donde se expían los siete pecados capitales que se corresponden con los siete planetas clásicos de la astrología). 

En las obras de Geoffrey Chaucer se observan también alegorías astrológicas y motivos planetarios similares. Los pasajes astrológicos de Chaucer son particularmente frecuentes, y basándose en sus obras se le presuponen conocimientos astrológicos, pues sabía lo suficiente de la astrología de su época como para escribir el Tratado del astrolabio para su hijo. Ubica el comienzo de la primavera en los Cuentos de Canterbury en los versos iniciales del prólogo, señalando que el Sol «ha recorrido la mitad de su camino en el signo de Aries». En La comadre de Bath, se refiere a la «dureza robusta» como atributo de Marte, y asocia a Mercurio con los «tenderos». A principios de la Edad Moderna, también se encuentran referencias astrológicas en las obras de William Shakespeare y John Milton.

Uno de los primeros astrólogos ingleses que dejó detalles de sus prácticas fue Richard Trewythian (1393). Su cuaderno demuestra que su rango de clientes era muy amplio, de todas las clases sociales, e indica que las relaciones con la astrología en la Inglaterra del siglo XV no estaban limitadas a los que provenían de círculos cultos, teológicos o políticos. 

En cualquier caso, la astrología disfrutó de una enorme fama y difusión parte en la Edad Media y en el Renacimiento, a pesar de las condenas de la iglesia católica, hasta el punto de que no había Rey o gobernante que no tuviese astrólogos en su corte.

SIGLO XVII HASTA NUESTROS DIAS Y LA ASTROLOGÍA

 En 1665, Jean Baptiste Colbert, fundador de la Academia de Ciencias de Francia, prohibió la enseñanza y práctica de la astrología a los astrónomos. A partir de este momento, los iluministas se empeñaron, con la ayuda de las teorías de Bacon, Descartes, Hobbes, Spinoza, Leibniz, Newton, en relegar la astrología a elementos de «cultura popular».

Habrá que esperar hasta finales del siglo XIX, para que la astrología vuelva a ser objeto de interés y estudio. El surgimiento del pensamiento romántico confiere a la astrología un fecundo impulso a partir de los últimos decenios del s. XVIII. Johann Wolfgang Goethe (1740-1832) introdujo la astrología entre las ciencias humanas, y Friedrich Wilhelm Schelling (1775-1854) revaluó en su obra filosófica la herencia astrológica del pasado, sosteniendo el principio de la «unidad de todos los opuestos» y de la armonía imperante en el mundo de las fuerzas heterogéneas.

Al iniciar la época moderna se asistirá a un notable salto cualitativo en el ámbito de los estudios astrológicos, gracias a la ayuda facilitada por las nuevas ciencias: el  psicoanálisis, la antropología, la astrofísica y la biología. 

Cada vez más, comenzó a verse estudios serios acerca de la  astrología, muchas universidades abriendo carreras en ésta área y existen inimaginables defensas de trabajos de doctorados justificando y defendiendo a la astrología como ciencia natural o como pensamiento filosófico. 

Actualmente, existe un sin número de escuelas de astrología por todo el mundo, en las redes sociales existe una cantidad grande de astrólogos enseñando, difundiendo y dando a conocer la astrología. En la era actual, la de Acuario, porque la Astrología es una ciencia asociada a Acuario, la misma, en muy corto tiempo se expandirá, y volverá a ocupar la misma importancia del antiguo Egipto, el de los Faraones, de cuando Hermes Trismegisto,  en el de los tiempo de los babilónicos, sacerdotes caldeos, magos persas, los sabios árabes, la época helenística, y la Grecia de los filósofos.

Para terminar la historia de la Astrología quiero contarles una Historia, Historia que recibí de mi maestro el astrólogo español, Tito Macía, unos de los mejores astrólogos con que contamos hoy en día, y quien ha dedicado más de 50 años al estudio de esta ciencia. Y aunque para otros la astrología es mística, oculta,  esotérica y espiritual, esperaremos poco tiempo para comprenderla mejor a medida de que la física cuántica vaya adquiriendo mas desarrollo.

LAS ELECCIONES DE JEAN-BAPTISTA MORIN DE VILLEFRANCHE

Morín nace en Villefranche en Francia en 1.583 al 1.656, médico, matemático, astrónomo y astrólogo, y al que se merece estudiar su biografía, y que la mayoría de los estudiantes de astrología deberían ya conocer, pero hoy nos ocuparemos de uno de sus escritos acerca de un viaje que hizo con el duque de Chavigny, relato que aparecen en sus libros.

Macia comenta en sus clases…..hay que ser un hábil astrólogo para las elecciones, en uno de los ejemplos prácticos sobre la astrología eleccional, relacionado con los viajes largos, Morín demuestra su buen hacer, y nos relata de manera precisa todo el proceso de una elección de este tipo. En el tiempo de esta elección, Morín trabajaba para el Conde de Chavygny, segundo Ministro de Francia, quien quiso emprender un viaje al condado de Antíbes, en los Alpes Marítimos en la Costa Azul francesa.

Para indagar sobre el momento adecuado para realizar este largo viaje, Morín analiza la situación, utilizando los siguientes pasos:

  1. El tema natal del Conde, el estado general del cielo en el momento sobre el tema natal del Conde y sobre el propio tema natal de Morín.
  2. La revolución Solar del Conde para el año del viaje,
  3. Las direcciones dentro de la revolución solar.
  4. La revolución Lunar del momento,
  5. Y, solo en quinto lugar, levanta el tema de la elección

Dice, entonces Morín,….como la salida debía ser durante el día, no quise que el Sol estuviera en casa I, para evitar que Saturno y Marte cayeran en Casa XII y Casa I. Esto hubiera aportado enfermedades al ilustre Señor (Conde) e infortunios a sus servidores y a sus caballos. No quise tampoco que los maléficos Saturno y Marte quedaran en casa X, IX ni VIII, pues hubieran sido funestas para las acciones y las dignidades de los viajeros y del Señor, entonces, decidí, colocar al Sol, Saturno, Venus y Martes en la casa XI. Allí estaba Marte fuerte y oriental dominando el Stelium del Sol. Afortuné el horóscopo para la salud y el Medio Cielo para que tuviera éxito en sus empresas. 

Continúa… Morín….Empleé a Júpiter exaltado y regente del tema radical sobre el horóscopo de la elección en trígono con el Medio Cielo que domina. También emplacé al Medio Cielo en sextil con Venus planeta que rige al Sol y a Saturno y su conjunción. Coloqué también para el éxito del viaje, a la Luna en la casa IX, donde se encuentra igual que el tema radical, y debajo del lugar radical de Venus….prosigue Morín…Ni un hombre, ni un caballo enfermaron en el curso de todo el viaje, y se trata de una época en la que en esos lugares, numerosos hombres y bestias mueren a causa del calor y la sequedad. Donde las ciudades ricas en agua veían venir a las gentes de muchas millas, con carretas y carros a buscar agua para los hombres y los animales domésticos.

Por último, Morín cuenta…. en Paris, fue un asombro general, que a lo largo de tres meses de viaje, ningún hombre ni ninguna bestia sufrieron daño.

En nuestros próximos capítulos hablaremos del Destino desde el punto de vista  mitológico, lo que significaba el Destino para los griegos, a través de las Moiras, Parcas, las tres hilanderas y la Carta Natal; así como temas que nos podrán ayudar a avanzar en nuestra propia evolución.

HERMES TRISMEGISTO, LA ASTROLOGÍA Y LAS ENSEÑANZAS HERMÉTICAS

Hermes Trismegisto, es el mensajero de los dioses, el sabio maestro de la antigüedad, a quien se le atribuye la Astrología, la cual estaba contenida en las enseñanzas hermenéuticas, y que en tiempo de los Faraones recibió todas estas enseñanzas de los propios Dioses. Las tres representaciones de Hermes son: el Dios Egipcio con la esfinge de cabeza de Isis, el Dios Mercurio Griego-Romano con los cascos y sandalias alados, y el joven profeta vagamente con rasgos occidentales.

Babilonia fue la cuna de la astrología. Los documentos más antiguos llegados hasta nosotros –datan de unas 4000 tablas con inscripciones astrológicas, con caracteres cuneiformes en escritura asiria o babilónica- y formaban parte de la biblioteca del rey asirio Asurbanipal (668-626 a.de C.)

Donde quiera que nos encontremos con el destino también está implicada la Astrología. Los griegos llamaban al destino Moira, y desde tiempos inmemorables era un daimon de condena y de muerte, un gran poder más viejo que el más viejo de los dioses. El concepto de Moira emerge de la visión de un cosmos ordenado e interconectado. Russell “En la Historia de la Filosofía Occidental” cita: “Gran parte de los mejores filósofos han creído en la astrología. Esto implica la creencia en un futuro predecible, en la necesidad del destino”. La filosofía griega tiene mucho que decir sobre el destino y la astrología, pero hablemos en estos momentos más de ese Gran maestro, sabio, místico, filósofo y religioso. Hermes también es el creador de la Astrología, la cual pertenecía a las Doctrinas Secretas de las enseñanzas Hermenéuticas.

Bien, en Grecia, en la época Helenística para el S.V.III a.d.C se encuentra escrito el epíteto ¨Trismegisto el 3 veces más grande¨ atribuido al Dios Griego-Egipcio. Más tarde cuando se racionalice, en parte, este Dios de la sabiduría, se revelará un mensaje de salvación y de saber cósmica, y Trismegisto se convertirá en el antiguo profeta que en tiempo de los Faraones había recibido toda esta enseñanza de los Dioses

Hermes como “hombre” es el primero; el gran iniciador del Egipto, como “Casta” es el sacerdocio depositario de las tradiciones ocultas; Como “Dios” es el planeta Mercurio asimilado con su esfera a una categoría de espíritus iniciadores divinos. En una palabra Hermes preside la región supra terrena de la iniciación celeste. En la economía espiritual del mundo, todas esas cosas están ligadas po secretas afinidades como por un hilo invisible. El nombre de Hermes es un talismán que las resume en un sonido mágico que las evoca, de ahí su prestigio.

Los griegos discípulos de los egipcios lo llamaron Hermes Trismegisto o 3 veces grande porque era considerado Rey, legislador y sacerdote. Hermes caracteriza a una época en que el sacerdocio, la magistratura y la monarquía se encontraban en un solo cuerpo celeste. La cronología egipcia de Manetón llama a esta época el reino de los dioses, no habían entonces papiros, ni escrituras fonética pero la ideografía existía, la ciencia del sacerdocio estaba inscrita en jeroglíficos sobre columnas y en los muros de las criptas. Luego, considerablemente aumentada pasa a las bibliotecas de los templos.

El libro griego con el nombre de Hermes Trimegistro, encierra ciertamente restos alterados pero infinitamente preciosos de la antigua teogonía que es de donde Moisés y Morfeo recibieron sus primeros rayos. La doctrina del fuego principio y del verbo luz, encerrada en la visión de Hermes, será como la cúspide y el centro de la iniciación egipcia. Ninguno de nuestros pensamientos, dice Hermes a sus discípulos Asclepios, puede conseguir a Dios, ni lengua alguna puede definirle; lo que es incorpóreo, invisible sin forma, no puede ser percibido por nuestros sentidos; lo que es eterno no puede ser medido por la corta regla del tiempo. Dios es pues inefable. Dios puede, es verdad, comunicar a unos elegidos la facultad de elevarse sobre las cosas naturales para percibir alguna radiación de su perfección suprema, pero esos elegidos, no encontrarán palabras para pronunciar en lenguaje vulgar, la visión inmaterial que les ha hecho estremecer. Ellos pueden explicar a la humanidad las causas secundarias de las creaciones que pasan bajo sus ojos como imágenes de la vida universal, pero la causa primaria queda velada y no llegaran a comprenderla más que atravesando la muerte.

Hermes representa además las tres dimensiones de la tradición sapiensa antigua, la religión egipcia y la filosofía griega, las cuales conforman las enseñanzas herméticas que se van definiendo en las diferentes etapas o aproximaciones al hermetismo. Esta tradición se produce en tiempos helenista tras las conquistas de Alejandro Magno, cuando florecen en el mundo griego por primera vez estas sabidurías reveladas, las cuales invocan la autoridad de los textos sagrados, los oráculos caldeos, los magos persas, el resurgimiento del pitagorismo y el orfismo.

A partir del siglo II d.C., en concurrencia con la iglesia, las escuelas gnóstica, en el norte de África y en Egipto, lo que más éxito tiene allí, es precisamente el Hermetismo que toma la forma de unos textos, la mayoría de ellos de forma dialogal. Son muy interesantes no solo por las doctrinas sino por iluminar el ambiente, la religión, y el cosmos, de la antigüedad tardía; por la trascendencia y la recepción que han tenido en los grandes pensadores de la historia como Platón, Eurípides, los padres de la iglesia, teólogos medievales del siglo XVI, los cristianos, los árabes, los humanistas, filósofos platónicos, es tanta su influencia que inclusive los filólogos del siglo XX han puesto los textos herméticos, el ocultismo, el cosmos en el centro de sus discusiones.

Según antiguas crónicas, en la famosa biblioteca de Alejandría durante el reinado de la última dinastía de los Ptolomeo se guardaban de Hermes, el más sabio maestro de la antigüedad 42 libros esotéricos que resumían todas de las sabidurías de las edades. Más a raíz del desembarco de la armada romana dirigida por Julio César en el puerto de Alejandría, y que desemboco en la inmensa catástrofe del gran incendio que asoló dicha biblioteca, no se pudo recuperar sino algunos fragmentos que se suponen, son derivadas de fieles traducciones griegas efectuadas por escribas y eruditos por encargo de los Faraones Ptolomeos. Estos son el Pimander, el Kybalion, ciertos libros de poemas sueltos y el libro a la salida de la luz del día, mas conocido como el libro de los muertos, por haberse encontrado ejemplares de él dentro de sarcófagos de momias de destacados egipcios. Otros fragmentos sueltos proceden de citas de las que fueron depositarias diversas escuelas de la época: gnósticas, filosóficas, platónicas, herméticas o eclécticas, acogidas todas en Alejandría, y más tarde agrupadas e interpretadas bajo el título genérico de libros del Toth Hermes. Tales libros del Toth circularon profusamente durante el período de dominación romana por los tres continentes África, Europa, y Asia, cercana bajo el lema de Corpus herméticum, en traducciones latinas, la que unida a la griega y a otras de procedencia árabe, egipcias, en lengua popular, han llegado hasta nuestros días.

La línea esencial de toda la ideología hermética es la afirmación básica de un solo e inmenso Dios y de una sola religión raíz, científica y filosófica a la que servían sabios moral y espiritualmente excelsos, y al que no se podía encanar tan elevada doctrina en quien no estuviera dotado de verdadera experiencia espiritual, así lo justifican los sabios herméticos. De ello se infiere que las verdades herméticas no podían transferirse integralmente más que a través de un auténtico y probado merecimiento, la senda más perentoria del tal logro era el conocimiento, pero no a través de estudios mentalizados, sino de la llamada mente iluminada o superior, lo que pudiéramos llamar intuición adherida al supra racionamiento, traducido por Nous, por griegos y exegetas hermenéuticos.

La opinión de los antiguos respecto a las enseñanzas de Hermes se objetiva en ésta imagen: Es una puerta abierta a una dilatadísima perspectiva de praderas verdes, inmensa, llena de sol y de preciosas flores multicolores. Esa maravillosa puerta abierta a lo desconocido y cuyo alto mirador franqueaba en los escritos de Hermes, constituía el gran aliento vital, el aliento del espíritu de toda agrupación humana selectiva cuya finalidad era la investigación de la verdad en el hombre y en el cosmos, y su divisa común: la famosa frase de la llamada tabla esmeraldina del propio Hermes: como abajo así es arriba, como arriba así es abajo. De ese modo, el fundador de la religión y filosofía poniendo en juego el estudio y la experiencia profunda y directa a través de la súper mente y del espíritu, alimentó desde aquella remota época todo empeño del hombre en atisbar las esencias reales de la vida divina, así en el interior del propio individuo como en el universo en todas sus trascendencias y sus misterios. Hijos de la sabiduría hermética fueron los mensajes espirituales de Persia, Siria, Judea, Anatolia, Grecia y otros nacidos y derivados de esa semilla espiritual depositadas en las fecundas aguas del Nilo.

Todas las civilizaciones antiguas tienen por lo tanto la misma fuente, porque desde Egipto Hermes paso a Grecia apoyado en su trascendente mitosofía, y aportando en ella todo su bagaje de sabiduría. Por el Delta del Nilo se derramó el mensaje profundo y legendario del 3 veces grande, desde Alejandría a todo el mediterráneo. Parece que hubo una obra llamada el Libro de los alientos o de las respiraciones, cuyas ciencias enseñó el gran Hermes, desapareció por las catástrofes, guerras, fanatismo e ignorancia, y la falta de comprensión posterior, cuyas enseñanzas se recogieron en la India, divulgadas por el Hatayoga y en su más trascendente efectividad a través de Raja yoga o Yoga Real. De todos modos, también en occidente existen testigos fidedignos de estas específicas enseñanzas del maestro egipcio y de su importantísimo libro.

Meá el gran escritor hermetista del siglo antepasado realizó un exhaustivo estudio de las obras herméticas, nos dice a propósito de ellas, que llego a la conclusión, que tales obras originan en otro Hermes, predecesor del 3 veces grande, un Hermes antiquísimo, anterior al diluvio, o sea, anterior al hundimiento de la Atlántida. Esto confirmaría el aserto de que la sabiduría, la ciencia, las artes, todas del primitivo Egipto, tan extraordinariamente avanzadas, les fueron legadas por los Atlantes antes del hundimiento. Los datos más precisos se encuentran grabados en un pilón de piedras de una de las más antiguas construcciones de Egipto.

Es por esto que Las enseñanzas herméticas constituyen una síntesis de verdades perennes. Los sabios que han dejado fe de las originarias enseñanzas de Hermes y de los mencionados principios fueron Magmezón, Cicerón, Herodoto, Plinio, Anmiano, Josefo, así como muchos otros. Al sucederse las épocas y las dinastías en las orillas del Nilo, se fueron encontrando fragmentos de los libros de Toth en inscripciones de origen antiquísimo, sobre todo en el interior de las criptas secretas de los grandes templos, especialmente en las cercanas al delta donde florecieron los primeros núcleos de civilización egipcia no lejos de las esfinges y de las pirámides.

En el cercano Oriente se conocieron durante muchos siglos dichas verdades compiladas en cuya obra llevaba por título La Profecía de Hermes. Las enseñanzas herméticas lograron un inmenso auge con la extensión del Platonismo en el mundo culto. Durante el esplendor de la civilización griega que nació entreverada con la civilización egipcia, también parece que las enseñanzas herméticas constituyeron el trasfondo del ideario de la escuela estoica, lo que da a entender su fuerza y su importancia y la cosecha de su poderosa siembra eficaz en el mundo antiguo, así como la su trascendental raigambre, reconocida en el campo de las ideas madres y de la conducta del hombre superior.

Como hemos insinuado al comienzo, fueron los griegos ilustres los que tradujeron pulcra y fielmente las enseñanzas herméticas, haciendo que sobrevivieran y se difundieran en el mundo antiguo después de la gran catástrofe del incendio de la biblioteca y la desaparición de la escuela de Alejandría. Estas traducciones fueron citadas posteriormente, traducidas al asirio, al árabe a diversas lenguas asiáticas hasta llegar a nuestros días y a nuestra época, la que está en trance de renacer espiritualmente al iniciarse un nuevo ciclo zodiacal de civilización a nivel mundial: la era de Acuario, porque debido a la acción de ésta Ley cíclica, a sus ondas de avance y aparente retroceso, y de acuerdo a estas raíces cíclicas que alimentaron edades y que constituyeron la divina herencia del mundo de todos los tiempos.

Parece ser que la postrera dinastía egipcia de faraones, la de los Ptolomeos, fomentó excepcionalmente el estudio y la fiel versión a varios antiguas idiomas de las obras herméticas. En las aulas de Alejandría, en su biblioteca y museos, sostenidos por los faraones había centenares de escribas consagrados a la copia manual de tales primitivos códices allí depositados, archivados como joyas auténticas del saber en los anaqueles del más destacado centro cultural del antiguo mundo.

Consta en las antiguas crónicas dispersas, que los libros de Hermes fragmentariamente salvados, constituyeron después el alimento espiritual de filósofos, de profetas, pedagogos, investigadores, poetas y místicos de todos los países y en todas las lenguas cultas conocidas.

Con respecto a los libros herméticos cita Duncan un pasaje de Frein Sirios, en el que decía que en el año 365 d.C. existían varios libros de Hermes en Siria, sin duda traducidos del griego o del latín. Otros afirman que los primeros musulmanes protegían las sectas de los herméticos y que en ellos se inspiraban sus libros, lo cierto es que hasta el siglo VIII podían encontrarse en Siria varios fragmentos. El escritor hermético Scoot, afirma que en el siglo XI una copia de tales libros pasó a Constantinopla, entonces la capital del Cristianismo, esta copia al parecer llego mas tarde a Florencia centro del renacimiento de todas las culturas clásicas, especialmente impulsado por la hegemonía d los Medici y de su escuela neoplatónica, la que atrajo a los mejores talentos asiáticos cuando los turcos invadieron Constantinopla.

Posteriormente autores ignorados difundieron los libros de Hermes en forma fragmentaria y tal vez mistificada como diálogos breves entre Hermes y su hijo discípulo Tat, dos de tales fragmentos dialogados eran conocidos como enseñanzas de Isis o su hijo Horus, según los críticos antiguos tales diálogos eran los mejores porque constituían una tradición fiel del antiguo original egipcio, lo que es dudoso. Sin embargo en tales diálogos no se advierte el influjo gnóstico o hebreo, ni tampoco las tendencias de otras escuelas de la época Alejandrina. De acuerdo con este aserto parece que las obras de Plutarco sobre Isis y Osiris y los mismos escritos de Manezón, el favorito del segundo Ptolomeo, se inspiran en los textos herméticos directos que alimentaron a su vez las copias sucesivas. De todos éstos libros herméticos vulnerados en parte su sentido original a través del tiempo y las excluyentes tendencias ideológicas, el conocido como Asclepio es de la máxima importancia para los estudiantes de hermetismo, a pesar de las naturales corrupciones. Parece que su mejor parte ha sido compilado bajo el título de Bimander, y que ha conservado bastante bien su aliento original merced a haber sido cuidadosamente traducido al demótico o lengua jeroglífica popular en las postrimerías de la gran civilización egipcia.

Extractado de libros sagrados de Hermes Trismegisto.

En nuestro próximo Postcad a través del Kybalión, obra maestra de Hermes Trimegisto, tocaremos los principios de las enseñanzas herméticas, las cuales nos conducen a las puertas del Templo del Misterio a través de las Doctrinas secretas.

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Bienvenidos a tu Canal TUAURASTRAL, a mis amigos, familiares, conocidos, y a los que tengan el gusto de seguirme. La intención es dirigirme a las personas interesadas en la Astrología, aquellos que quieran saber sobre esta antigua Ciencia, y quienes tengan necesidad de saber sobre su conexión con el Universo y los astros. Exploraremos temas de la vida diaria como relaciones, salud, profesión, dinero, amor así como también temas conexos como la mitología, historia de esta ciencia, los arquetipos, el inconsciente colectivo, del psicoanalista Carl Gustav Jung, formas de sanación a través de la astrología, y otros. Tendrá un fin más bien enriquecedor y nutricio a nuestro conocimiento.

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La astrología, es un lenguaje simbólico, que surgió desde el mismo momento en que el Ser humano colocó su mirada en sí mismo, a su alrededor, y a tratar de entender que significaba todo lo que estaba en su medio ambiente, cómo interactuar con las energías, como interpretar ese cielo infinito, que significaban los símbolos en el universo, del por qué ciertos fenómenos se repetían, de los eventos del cosmos, los ciclos de la luna, los equinoccios, y otros. A través de la observación comenzaron a medir el tiempo por las repeticiones de los hechos, así empezaron a leer y a interpretar. Para comunicarse y diferenciarlos crearon los símbolos, les fueron dando significados, no sólo les dieron un significado sino que comenzaron a darles vida propia, de ahí surgieron los dioses, le asignaron nombres con características propias, personalidad, actuación y desenvolvimiento.

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En astrología existe un mapa lleno de símbolos, aspectos, y vivencias, lo que llamamos mapa natal, capturado en el mismo instante en el niño respira fuera del útero de la madre. Analizar esta captura de pantalla, como decimos ahora, es un verdadero arte. En este estudio confluyen conocimiento, experiencia, desarrollo personal y espiritual del astrólogo, y la conciencia universal que haya adquirido.

El mapa natal, nos muestra cualidades esenciales, psicológicas, y todo tipo de experiencias. Nos muestra un camino que puede ser más corto, más largo, fácil, menos cómodo o más asertivo, dependiendo de nuestro centro, dirección, y voluntad.

Al nacer, los planetas están en el cielo en una determinada posición, con relación a ellos mismos (aspectos), actuando en determinados sectores de nuestra vida (casas). Los planetas continúan haciendo su recorrido por el Sistema Solar y confluyen entre ellos formando aspectos, así como también, con nuestros planetas natales, y van activando energías de nuestra Carta Natal.



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Ahora, por qué te interesaría conocer tu Carta Natal?

Porque a través de la astrología te puedes conocer más, podrías ser más consciente y asertivo de tus actos, armonizar tu vida, lograr tu centro, y darle luz también a tu verdadero Maestro.

_Con la carta natal, la astrología pretende ayudar a entender la vida no solo desde lo observado, lo sentido, lo experimentado, lo vivido, sino también desde lo oculto, desde nuestra sombra, nuestra psique. Por qué esta tendencia personal? que pasa, por qué mis reacciones son las mismas una y otra vez? por qué siento tanta compulsión en reiterados deseos o manifestaciones?, en fin.

_Les sugiero que veamos nuestra vida como una obra, una novela, un teatro donde hay doce (12) escenarios (casas), donde los planetas son los actores que movilizan o escenifican ese rodaje, y donde el Héroe somos cada uno de nosotros, el cual tiene la posibilidad de hacer sus propios arreglos.

También porque las disposiciones naturales que tienes, tus cualidades positivas y negativas, entre muchas otras, podrías aprovecharlas mejor: minimizándolas, potenciándolas o reformulándolas. Y, aquí ya estamos hablando de CONCIENCIA.



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Es verdad que no sólo estamos marcados por la influencia de la energía cósmica, sino por nuestra cultura, nuestra genética, las costumbres, creencias, familias, convivencias y otros aprendizajes. Pero, la Carta Natal es una vía corta, para ejecutar nuestro potencial más asertivamente, y hacer los cambios conscientemente. Cuando hacemos un viraje apoyado por nuestra conciencia, todas aquellas estructuras en las que estábamos inmersas: sociales, familiares, políticas, económicas, humanitarias, cambiaran también. Con esto quiero decirles, que todos tenemos un gran poder, un poder interior que redundará externamente, y que es importante conocerlo.

A través del conocimiento de tu Ser, conectaras fácilmente con tu esencia, con tu propósito espiritual, con tu misión de vida. Al contactar con la Unidad, algo desde adentro comenzará a resonar y te impulsará hacia adelante. Si esta fuerza es potente, será la base de la transformación de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que hacemos, que viene a ser el clásico triángulo de la conciencia, según los antiguos desde Grecia. Esa conexión con nuestro centro, con nuestro espíritu será la entrada a una nueva conciencia, y al principio de la transcendencia del Yo Consciente.

Hoy sabemos científicamente que podemos eliminar nuestras creencias, programas, dogmas e incluso modificar nuestra genética a través de la CONCIENCIA.



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En el próximo video hablaremos de la Historia de la Astrología. Y Los invito a visitar mi pagina web tuaurastral.com donde encontraras otros intereses en mis postcad, allí también están mis redes sociales. Recuerda darle un like si te ha gustado, no te olvides compartirlo, y sígueme para que no te pierdas los próximos videos.